domingo, 20 de diciembre de 2009

quiero no abrir los ojos, me asusta mi realidad fluctuante, sinuosa me lleva al borde de algo que nunca he palpado, y más aún que hoy mis sentidos me traicionan tengo miedo de creer en lo que creía; no quiero pensar, mis pensamientos también me son esquivos, y es que no creo que me quede reflejo para recordar ni este momento...no es capricho de adolecente tardío ni mucho menos me empuja la fuerza de Atlas para con el mundo, simplemente hoy he oído el nombre de mi verdugo...